Error en la base de datos de WordPress: [Table 'wp_8tamd.wp_ppress_meta_data' doesn't exist]SELECT * FROM wp_ppress_meta_data WHERE meta_key = 'content_restrict_data'
Dos partidos enfrentados entre sí en un momento determinado se ponen de acuerdo para “atrapar” a Jesús. Para ello, los fariseos hacen un elogio de Jesús, y aunque vaya con malicia el elogio encierra una profunda verdad: Jesús es sincero, enseña el camino de Dios conforme a la verdad; sin que le importe nadie, porque no mira lo que la gente sea. Jesús ve su maldad y la máscara que llevan encima como para protegerse de su hipocresía. Por eso ellos mismos caerán en su trampa.
Jesús puesto a prueba pide que le muestren la moneda del tributo, no pone un muro de separación entre la vida cristiana y la vida socio-política. Y es que tenemos una doble ciudanía. En la moneda aparece la cara del César, pero la imagen de Dios también está presente en todo ser humano desde la creación. Por tanto “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
Tropezamos con la verdad y Jesús nos interpela, nos llama a la conversión desde la verdad que cada uno somos, a reproducir la verdad de Jesús en nuestras vidas: somos imagen de Dios