Para el pueblo judío, el concepto de familia era una noción muy extensa y tenía un significado muy amplio. Los lazos familiares eran tan sagrados como la hospitalidad al extranjero y pertenecer a un clan no era no solo honor sino un seguro de vida pues el desierto y la itinerancia enseñan que el sujeto solo no puede andar muchos pasos sin morir pero en grupo puede llegar seguro a su destino y formar un gran pueblo.
Hoy Jesús nos ha dado una invitación formal a pertenecer a su tribu, de ser de su familia, ¿cómo? Cumpliendo la voluntad de su Padre, y esto no quiere decir que si somos religiosos observantes perteneceremos a la tribu de David y seremos sobrinos de san José y de la Virgen, va más allá, Jesús nos está invitando a ser parte de su familia trinitaria, si cumplimos la voluntad de su Padre Dios entraremos a formar parte de la vida familiar de Dios, nos divinizaremos, viviremos con la Trinidad si amamos, esa es la voluntad de Dios, AMAR.
Empecemos hoy con al menos tener la intención, el deseo de amar…