Nuestros mayores cuando tomaban alguna decisión lo hacían pensando para siempre. Soñaban que lo que construían hoy no sería en vano o una ilusión del momento, sino que permanecería. ¿Deseamos esto hoy? ¿somos capaces de creerlo?
Hay creyentes que, cuando aparecen las situaciones límites pierden la esperanza. Sólo aquellos que edifican su casa sobre roca, a pesar de las tormentas y huracanes que vendrán, sólo ellos, permanecerá firmes y no sucumbirán. Y la roca es Cristo, la Palabra definitiva de Dios.
¿Cómo es posible que pasemos la vida sin hablar con Él, sin escuchar su voz? “El que cumple la voluntad del Padre” significa que ha escuchado palabras que orientan su vida y las pone en práctica, edifica su vida sobre sólidas bases, del respeto, la fidelidad, el amor, la perseverancia, y vienen las descargas de problemas en la vida, pero no se hunde porque su base profunda es Dios, el que no cambia.
Pide hoy al Señor que te conceda para edificar tu casa, sabiduría e inteligencia. Porque nuestras acciones deben reflejar los grandes valores en los que creemos. Nos llama a ser coherentes aunque no nos sea fácil porque nos exige una cierta dosis de renuncia.
¿Qué valor del evangelio es esencial para tu vida?