El texto de este evangelio nos presenta las controversias de Jesús con los distintos grupos de judíos que rechazaban sus enseñanzas. Leían la Biblia, que ellos llamaban la Torá, pero no ponían en práctica sus enseñanzas.
La pregunta es: ¿Cómo debe ser una comunidad cristiana? Todas las funciones comunitarias deben ser asumidas como un servicio. No debe existir intolerancia, vanidad, ostentación, incoherencia, lo que debe caracterizar la comunidad es la fraternidad. Esta es la ley básica: ¡vosotros sois hermanos, hermanas! La fraternidad nace de la experiencia de que Dios es Padre, y que hace que todos seamos hermanos, servidores unos de otros. “Pues, el que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.
Estas actitudes que denuncia Jesús, las podemos ver también hoy, por desgracia, a nuestro alrededor, en nuestras comunidades.
¿Cuántas veces podrían llamarnos a ti y a mí fariseos? ¿Cuántas veces eres experto en decir lo que los demás tienen que hacer y sin embargo tú no haces nada?