Creo que si se pudiera definir a qué tenía alergia Jesús es a la hipocresía.
La hipocresía es más que una mentira, es mentir y hacer todo lo posible para que otros se beban la mentira. Es pretender aparentar un bien deseado o exagerado y hacer que otros lo crean tal. Es buscar el efecto positivo cuando no hay honestidad de las intenciones ni actitudes ni acciones. Una falsedad que lleva a justificar y ensalzar la autorreferencia para la vanagloria. En nuestro mundo es una tentación muy recurrente ante las identidades virtuales que difícilmente admiten imperfecciones, límites, pobreza, necesidad.
Empezamos hoy el ciclo pascual (Cuaresma y Pascua), con el signo de la ceniza. Una invitación a despojarnos de las propias apariencias y glorias e ir a las verdades más profundas de lo que somos.
Sin tapujos ni autoengaños: ¿cómo oro de verdad? ¿Qué estoy dispuesto a hacer de bien a los demás? ¿Dónde me iría bien un poco de sobriedad para compartir con alguien y, sobre todo, con quienes tienen incomparablemente menos?