Nos encontramos ante mi parábola preferida. El evangelio de Lucas es llamado el Evangelio de la oración por todas las referencias espirituales y llamadas a orar que contiene en exclusiva. Es la singularidad de este evangelio y su esencia.
El Señor explica cómo orar siempre sin desanimarse ni cansarse.
Las viudas en época de Jesús eran el colectivo más vulnerable de la sociedad, solas sin medios, ni manera alguna de poder salir adelante, pues sin un hombre que las tutelara la subsistencia era casi imposible, estaban abocadas a la miseria, sin embargo, es una viuda nuestra protagonista de hoy y nuestra maestra de oración. Una viuda insistente es el ejemplo que nos pone Jesús para aprender a orar; no hablamos ahora de confianza sino de insistencia.
Jesús no invita a orar siempre y de manera machacona, sin cansarnos, la insistencia es una manera de amar, nuestras madres son insistentes y repiten y vuelven a repetir los mismos consejos porque nos aman, de la misma manera Dios espera nuestras muestras de amor a través de la oración constante.
Hoy no me voy a cansar de ponerme en presencia del Señor y pedirle su amor y su gracia. La insistencia es la confianza cuando falla la esperanza.