Hoy se les fue de las manos… ¡y nunca mejor dicho! A los judíos esta vez se les escapó Jesús, pero la escena de violencia que nos presenta Juan es de terrible.
Acuérdate de los días anteriores. Fíjate cómo el clima se va caldeando. Todo nos va anunciando lo que ocurrirá en unos días. La muerte acecha. La amenaza es palpable. El odio es creciente.
Pero Jesús (el sostenido, el verdaderamente libre, el irritante) hoy es el desarmado. Sus palabras no han podido calmar la ira de los judíos, pero su respuesta ha conmovido a muchos: «muchos creyeron en él».
Jesús vuelve al otro lado del Jordán, donde todo empezó. Quizá cansado y abatido, decide volver al punto de partida, a la raíz de la siembra de estos años. O como canta Chavela (entre otras), volver “a los viejos sitios donde amó la vida”. Quizá para volver al amor desnudo, al amor simple, donde empezó todo.
Con Jesús, sin armas, vuelve a ese rincón donde amaste la vida. Y allí, aprendiendo su amor simple, encaremos de nuevo la vida. La misma que se nos amenaza, pero que no se nos quita.
Canción: «Las simples cosas», Chavela Vargas: https://youtu.be/kSRex8sj_u4