Me vienen ahora a la cabeza todas las cosas en las que he “fracasado” más por abandono que por incapacidad ¡Y son muchísimas! El tiempo es limitado y no da para luchar en todas las guerras que la vida nos pone delante. Hay que elegir en cuál involucrarse.
Me gusta como Jesús nos quiere sagaces y sencillos, pero sobre todo me da fuerza con su promesa: “el que persevere hasta el final se salvará”.
¡Ánimo para hoy! ¡Fuerza! ¿Tú en qué perseveras? ¿Qué guerra eliges?