Hoy es día para revisar boquetes, agujeros, rendijas, grietas, trampas… Porque los ladrones y enemigos de la vida, siempre buscarán eso: colarse por donde menos fuertes seamos. Especialmente el Mal Espíritu, el Mentiroso, el Demonio, el Enemigo… o como cada uno quiera llamarlo.
Y si no sabes por dónde tienes boquetes, mira por donde tropiezas más, por donde haces daño a otros sin querer, por donde te pierdes más a ti mismo o e alejas de lo que en el fondo de tu corazón quieres con más verdad y pasión. Por ahí, está tu parte débil, por donde se abrirán boquetes. Unos actuarán como el empleado de la parábola maltratando a los que tiene cerca; otros huirán de todo y no afrontarán la vida; cada uno reaccionaremos de un modo distinto porque distinto es el don recibido y distinta nuestra forma de ser. Pero a todos se no pedirá cuentas de cómo hemos cuidado la vida recibida y los boquetes que hemos permitido que otros abran en nosotros para robarnos la paz y las ganas de amar con lucidez. Ayudémonos unos a otros. ¡No lo permitamos!