Siempre me ha impactado la letra de la canción de Brotes de Olivo “Pequeño y pobre”:
Mi Dios, necesito saber por qué tu pobreza salva al hombre,
y el misterio de la cruz nos abre un nuevo horizonte.
Hazme entender, mi Señor, por qué tu ser-sobre-todo-nombre
ha renunciado al poder y optas ser pequeño y pobre.
Dios mío, es necesario que tú crezcas y yo disminuya (Jn 3, 30).
Que mi ego se desinfle y me halle en lo que soy,
en quién soy,
en mi verdad con su fulgor y sus contradicciones;
sin caretas ni postizos,
solo mi pobre y pequeña persona ante ti.