…aunque te la partan…
Si el Espíritu nos habita seremos testigos, expresión, sacramento del amor de Dios, porque Él trasciende nuestros límites, pequeñeces, mediocridades. Nos humaniza y en medio del dolor y los conflictos del mundo, visibiliza en nuestros gestos y palabras al Padre.
El valedor, el Espíritu de la verdad nos da testimonio… y siguiendo sus inspiraciones nos irá “haciendo” verdad.
Habéis estado conmigo… acordaros, hacer memoria… traer al corazón sus palabras, gestos, las transformaciones que “estar con Él” produjo en nuestro corazón, en nuestra vida…
¿Todavía sigues estando con él?
