No entendemos lo que dice… ¡cuántas veces no entendemos! o peor creemos que entendemos y no buscamos más!… ¡Si COMPRENDIÉRAMOS “tanto Dios” escondido!
Se va, pero estará presente de otro modo actuando por Espíritu desde dentro, transformando, alentando. Su presencia sostendrá la fe y la vida de la comunidad. La fuerza, la energía, el fuego del Espíritu convertirá en gozo nuestras luchas, compromisos, trabajos por la justicia, la verdad, la solidaridad… Todo nuestro contemplar de la vida será una alegría inacabada.
En el fondo este “juego”… ¿no será una invitación a BUSCAR, a DESCUBRIR al Padre “escondido”?