María y José cumplen con las tradiciones. Jesús es presentado en el Templo. Como uno más, de acuerdo con las leyes…
Pero este Niño presentado resulta ser un Niño presentido. Presentido por el corazón iluminado de Simeón… Presentido por la esperanza acrisolada de Ana… Sí. Ellos presintieron: que sería la luz, la esperanza, el rescate, la liberación para todos; que la salvación ya está despuntando…
Ahora, a ti y a mí, nos cabe en suerte seguir hablando de Él, a todos los que aguardan hoy la liberación; y nos corresponde, con humildad, presentarnos: “vengo a ofrecer mi corazón”.
Feliz fiesta de la presentación del Señor, feliz fiesta de nuestra presentación.