Dejémonos hoy envolver por la sencillez de un relato tan importante, por la sencillez de un nacimiento especial. La vida es sencilla, abracémosla pues. Dejémonos ser niños de pañales, con todas las necesidades que tienen y lo bien atendidos que están. Preguntémonos ¿qué nace hoy en mí?
Si solo celebramos un nacimiento, celebramos poco. Sin embargo, si somos capaces de descubrir lo que nos aporta su nacimiento oiremos un coro de ángeles cantar: Gloria a Dios y Paz. Se nos invita directamente a ser portadores de paz, ahora y siempre. Que crezca en nosotros con alegría y júbilo. ¡¡¡ Paz en la tierra!!!