Oh Dios te invoco a la puesta del sol: ayúdame a orar
y a concentrar en ti mis pensamientos,
porque por mí mismo no sé hacerlo.
Hay oscuridad dentro de mí, pero junto a ti está la luz;
Estoy solo, pero sé que tú no me abandonas;
Estoy asustado, pero junto a ti está la ayuda;
Estoy inquieto, pero junto a ti está la paz;
En mí está la amargura, pero junto a ti está la paciencia;
No comprendo tus caminos, pero tú conoces el mío.
.
(Dietrich Bonhoeffer)