El Rabí Ver de Radoschitz le dijo un día a su maestro, el Vidente de Lublin :
– Muéstrame un camino universal para el servicio de Dios.
El zaddik le respondió:
– No es cuestión de decirle al hombre qué camino tiene que coger; porque hay una vía por la que a Dios se lo sigue con el estudio, y otra en la que se lo sigue con la oración; una que lo hace con ayunos y otra que lo hace comiendo. Y cada uno debe conocer bien a qué camino lo inclina su corazón, y luego tiene que seguirlo con todas sus fuerzas.
(Javob Itzjak Horowitz, el Vidente de Lublin)